miércoles, 10 de marzo de 2010

Wenn die Erde erzittert



Don Manuel hält die Stoffpuppe seiner Tochter in den Händen, sie ist eine der wenigen Habseligkeiten, die er nach dem Erdbeben und dem darauf folgenden Tsunami in Chile retten konnte. Sein Haus ist total zerstört so wie alle Häuser in Dichato, einer der beliebtesten Badeorte der Region Bio-Bio, die von der Katastrophe starke betroffenen ist.

Don Manuel ist dankbar, dass seine Tochter am Tag der Tragödie nicht zu Hause, sondern gen Norden gereist war. Weinend und mit stockender Stimme bittet er vor einer der Fernsehkameras, umgeben von den Trümmern seines Stadtviertels, um Hilfe. Seine Nachbarn und er organisieren sich um das Nötigste zu haben. Gemeinsam kochen sie auf der Straße, sie beklagen sich über die stockende Hilfe, sie umarmen und trösten sich, und versuchen wieder zu lächeln, aber der Schmerz ist stärker.

Die Häuser dieses Stadtviertels von Dichato liegen nur 300 Meter von der Küste, wo die Fischerboote lagen, entfernt. Nach dem Tsunami, der 30 Minuten nach dem Erdbeben über die Küste hereinbrach, liegen nun die Boote und Häuser zusammen, Eines neben dem Anderen, alle zerstört. Die Kraft der über sieben Meter hohen Wellen haben den einst sonnigen und lebendigen Badeort in einem traurigen, grauen und wüsten Ort verwandelt.

Die Nachbeben halten an, die Angst hat sich unserer Nachbarn bemächtigt. Hilfsorganisationen und Regierungen machen sich auf den Weg um schnell zu helfen. Auch die Herzen der Peruaner sind erschrocken. Diese Tragödie erinnert uns an das Erdbeben, welches im August 2007 die Städten Ica, Pisco und Chincha, im Süden von Perú, heimgesucht hat; 7,9 Grad auf der Richterskala haben gereicht, um Hunderte von Häusern, Kirchen, Schulen zum Einsturz zu bringen, und Hunderte von Toten zu hinterlassen.


Obwohl Chile und Perú seine Beziehungen seit Jahren über Grenzstreitigkeiten, diplomatische Schachzüge, und manchmal einfach lächerliche Auseinandersetzung charakterisiert haben, fühlen wir uns jetzt näher wie nie zuvor. Wir teilen ihren Schmerz und fühlen uns verpflichtet auf eine ähnliche Situation vorbereitet zu sein. Man will es nicht heraufbeschwören, aber die Wahrheit ist wir leben in einer Region mit hoher seismischer Aktivität . Die Südamerikanische Platte die sich unter die Nazca Platte schiebt, bilden die sogenannte Feuerzone, in der uns ständig Erdbeben treffen können; besonders verheerend an der Küste, wo ich geboren und aufgewachsen bin.

Ich bin weit weg von dir Perú, meinen Landsleuten, meinen Freunden und Teilen meiner Familie. Aber es gibt Situationen, die mich zurückversetzen an den Ort wo ich aufgewachsen bin, an die Strände wo ich gespielt habe und Steinchen in den Pazifik warf. Davon träume ich diese Tage, und wünsche mir die Küste meiner Heimat immer wieder unversehrt sehen zu können. Nur auf die Regierung zu warten reicht nicht, wir müssen uns mehr selbst organisieren, vorbereitet sein und lernen die Natur zu achten.

Man kann Erdbeben nicht vorhersagen, aber wir müssen uns bewusst sein, dass es in dieser Zeit in der wir leben immer wieder zu schrecklichen Erd-und Seebeben, Orkanen, Hochwasser in den Flüssen kommen kann, es regnet wo sonst Trockenheit herrscht, das Schmelzen der Polkappen, das Wachsen der Ozonlöcher, die Liste lässt sich beliebig fortsetzen. Wir müssen vorbereiten sein.

Perú, wir müssen aufstehen, uns organisieren und Hand in Hand zusammenarbeiten. Chile, wir sind mit euch, wir sind Brüder, mit der Zeit kommt die Kraft wieder, und ihr werdet wieder fliegen lernen.

Ein Lied, dass dazu aufruft die Natur zu achten

viernes, 5 de marzo de 2010

Cuando la tierra tiembla



Don Manuel sostiene en sus manos la muñeca de trapo que pertenecía a su hija, esa fue una de las pocas cosas que pudo salvar después del tsunami seguido del terremoto que sacudió Chile y que acabó con su vivienda ubicada en Dichato, uno de los principales balnearios de la región de Bio-Bio, lugar sumamente afectado por la catástrofe.

Don Manuel agradece que su hija no estaba el día de la tragedia en casa, había viajado al norte, pero aún no sabe nada de ella. A través de unas cámaras de televisión, con la voz entrecortada por el llanto, y entre los escombros de lo que fue su barrio pide ayuda. Sus vecinos y él se organizan para levantarse, preparan alimentos en la calle, se abrazan, se quejan, tratan de sonreir, pero el dolor es más fuerte.

Las casas en el barrio de Dichato estaban ubicadas a 300 metros de la costa, a 300 metros de las embarcaciones en el mar. Luego del Tsunami, que llegó 30 minutos después del terremoto, las casas, las lanchas y canoas yacen juntas, una al lado de la otra, destrozadas. La fuerza de las olas de más de siete metros de altura convirtieron el balneario alegre y lleno de sol, en un lugar triste, gris y desolado.

Las réplicas siguen sucediendo, el miedo se apodera de nuestros connacionales, gobiernos y personalidades se ponen de pie para ayudar. El corazón de los peruanos da un vuelco. Esta tragedia nos recuerda el terremoto que azotó el Perú una noche de agosto del 2007 en las ciudades de Ica, Pisco y Chincha, al sur de Lima; 7,9 grados en la escala de Richter bastaron para traer abajo cientos de casas, iglesias, escuelas, y dejar centenares de muertos.

Si bien Perú y Chile se han caracterizado por sus desacertados roces políticos, diplomáticos, históricos y a veces solo enfrentamientos ridículos, ahora nos sentimos unidos más que nunca. Compartimos su dolor y nos sentimos obligados a estar preparados ante una situación similar. Dios no lo quiera, pero valgan verdades vivimos en una zona altamente sísmica, la Placa de Nazca, bajo la Placa Sudamericana conforman la zona llamada Cinturón de Fuego, y los sismos nos pueden seguir sorprendiendo, sobre todo en la costa, donde yo nací y crecí.

Estoy lejos de ti Perú, de mi gente, mis amigos y parte de mi familia, pero hay situaciones que me llevan de regreso al hogar donde crecí, a las playas donde yo jugaba, a las piedras que lanzaba al mar, con eso estoy soñando estos días; y quiero volver a hacerlo, quiero verte siempre de pie Perú. Vamos a organizarnos más, no hay que esperar sólo que el gobierno haga algo, hay que trabajar en conjunto, y a respetar más la naturaleza.

Y aunque los terremotos no se pueden pronosticar, debemos ser concientes de la época en que estamos viviendo, es terrible pero cada vez hay más terremotos, maremotos, huracanes, crecidas o desaparaciones de ríos, lluvias donde no es típico, “calor” en los Polos, volcanes en acción, (la lista continúa). Debemos estar preparados.

Arriba Perú, a organizarnos más, mantener la calma y trabajar uno de la mano del otro. Fuerza Chile, ustedes son nuestros hermanos, con el tiempo vendrá la calma y volverán a volar.

Un video para escuchar a la naturaleza

jueves, 28 de enero de 2010

Aquí están los ladrones



La primera vez que la ví tenía un letrero que decía “Te Amo”, fue por internet a través de mi correo electrónico. Hoy está desaparecida.

Mientras la miraba, trataba de ver exactamente sus formas, la precisión de los colores, el lugar que la rodeaba, (jardin, flores y verano), y mi sonrisa se hacía cada vez más grande al tiempo que mi corazón aceleraba sus pasos. Era mi cumpleaños y mi novio, que estaba lejos de mi por segunda vez, le había tomado una foto a mi nueva bici y me la había enviado por mail; ella y él me esperarían cuando yo llegara a Alemania.

Ese regalo fue el que mas curiosidad me causó, porque aunque ya la había visto por foto, no sabía exactamente cómo funcionaba. Tenía cinco cambios que facilitaba las subidas y otros cambios para no ir como un rayo en las bajadas. Todo multiplicado por dos. Las explicaciones de mi media naranja me ponían nerviosa considerando que yo no subía a una bicicleta desde los 12 años, y la de ese entonces no tenía ningún bendito cambio; solo el freno era lo mas sofisticado.

“Yo pensé que solo los autos tenían cambios” le decía yo. “Es que aquí las calles son de subidas y bajadas, y cuando hagamos tours en bici será más cómodo”. Así conversábamos por teléfono y yo comenzaba a soñar con el verano que allá me esperaba, con mi bici de color lila y sus innumerables cambios, y a apostar conmigo misma a que aún podía manejar sin manos.

No, ya no podía. El día que estrené mi bici me di cuenta no solo de eso, sino de que también debía agarrarme fuerte al timón, controlar los cambios, estar atenta alrededor, y mirar mi camino que iba en bajada a la velocidad de un rayo. Había hecho mal los cambios por tratar de hacerme la experta. Pero después de esa vez y de haberme subido a otras bicis alemanas, le agarré cariño a la mía. Ella y yo éramos como una pluma que pasa armoniosamente así sea subida o bajada.

Mi bici me llevaba a tiempo a la estación de trenes, me llevaba a colinas para ver los paisajes desde arriba, me ayudaba a hacer mis catarsis cuando quería volar en picada para sentir fuerte el viento en mi rostro. Me llevaba a casa después de un día de trabajo, y su luz me abría camino. Muchas veces la dejé sin llave en el parqueo de bicicletas, total aquí nunca roban, pensaba yo. Regresaba y ella siempre estaba ahí, esperandome.

La última vez que la ví fue cuando estaba a punto de subirme al tren, miré al aparcamiento de bicis y pensé en encontrarala ahí cuando regrese. Pero regresé y no la encontré.

La buscamos en auto por varios sitios como quien busca a una mascota, total, a veces son solo chicos que toman una bicicleta para ir a algún lugar por ahí y luego la dejan tirada. Eso ya había pasado con una bicicleta conocida. Pero la mía no la encontramos.

¿Así que por aquí están los ladrones?, ¿pretenderán venderla en subasta?. Eso es lo último que supe, subastarán bicicletas encontradas en las calles, eso se viene pronto. Mi bici lila, ¿qué te hicieron?.



viernes, 8 de enero de 2010

Bienvenido 2010!



Si sigo pensando qué voy a escribir, nunca escribiré nada... es mi primera entrada del año y en mi memoria desfilan una serie de situaciones vividas estos días, desde Navidad hasta el cambio del año o “Silvester” como le llaman aquí en Alemania. Antes, al oir esa palabra pensaba inmediatamente en el gato Silvestre y sus maquinaciones para comerse a Piolín. Ahora con el alemán en la cabeza, el gato está lejos, y “Silvester” se ha convertido en miles de historias para contar.

Como por aquí es invierno, lo que se impone como ceremonia oficial es el famoso “Feuerzangenbowle”, un ponche de ron, azúcar, vino con jugo de naranja y especias que se termina de preparar en la sala, con todos los presentes alrededor. El encanto viene cuando se echa el ron cucharada por cucharada sobre el azúcar sólida en forma de cono; y por el efecto del calor del vino se prenden suaves llamaradas sobre el azúcar. Es una bebida caliente típica de la Noche Vieja o Silvester. Mi suegro es en experto en el tema.

Y yo experta en bailes (o al menos en moverme al son de cualquier canción), me las arreglo para no perder la costumbre, irme de fiesta y recibir el año nuevo bailando. Me quedaría en casa, pero aquí los alemanes no bailan dentro de sus cuatro paredes; solo se reúnen, preparan cenas deliciosas, organizan juegos, bla bla bla y chupan chupan chupan todo lo que hay para beber, la música suena por algún lugar muy bajita (para no molestar a los vecinos), y yo me desespero. Ya lo viví una vez, bonito pero ahí nomás.

En las calles todo parece de cuentos, o de postales y cuadros viventes. La nieve lo vuelve todo más hermoso y pone su toque mágico sobre los árboles, casas y ferias de invierno. Los niños parecen pequeños esquimos jugando en sus trineos de arriba a abajo. Los más grandecitos hacen guerritas de nieve, y los ya grandecitos se acurrucan al hombro del ser amado para calentarse y darse besos de nieve . Ahora mismo todo está de blanco. Es un invierno fuerte el que ha tocado este año.

Esta semana se terminaron en casa todas las galletitas que preparamos para Navidad, unas delicias de almendras, cocos, frambuesas, todas llenas de azúcar y mantequilla, full calorías, pero buenísimas!. Los reyes ya bajaron, incluso nos tocaron la puerta (niños que cantan de casa en casa disfrazados de reyes, “Sternsinger” hermosos!), y el 2010 ya arrancó.

Que sea, como dicen los astrólogos, un año del sol que ilumine a todos, e irradie alegría y full energía. Finalmente el sol hace florecer todo lo que toca, hace madurar frutos, germinar la tierra, etc. Entonces que lo haga con nuestros sueños y deseos mas preciados!. No importa si aquí es invierno y allá es verano. Ein gutes neues Jahr!. Un buen año para todos!